Te contamos los secretos de la técnica en carrera

15 julio 2020

¿Qué es la técnica de carrera?

Es el gesto que hacemos cuando corremos, es decir, el resultado de cómo hemos aprendido a movernos a lo largo de los años que se transforma o se traduce en un movimiento cuando nos ponemos a correr. Esta manera que tenemos cada uno se puede modificar, siguiendo algunas pautas para conseguir determinados beneficios para mejorar la salud y el rendimiento. Nuestra propia técnica, la que nos viene de serie, no es ni buena ni mala solo que conocer algunos puntos puede ser beneficioso. En la mayoría de los casos se desconoce cuál es la técnica de carrera correcta.

La técnica de carrera es un aspecto clave en todo proceso de entrenamiento tanto cuando somos principiantes como avanzados, cada grupo a su nivel. Es un contenido fundamental en nuestro entrenamiento a la hora de prevenir lesiones a la par que mejorar nuestro rendimiento deportivo.

Normalmente para un corredor amateur es suficiente con incluir un día de entrenamiento de técnica de carrera a la semana. No tienes por qué dedicar exclusivamente ese día tan solo a la técnica, sino que puedes combinarla con el “entrenamiento de fuerza” o con un rodaje suave.

Algunas recomendaciones para la técnica de carrera

No hay un técnica perfecta para todo el mundo y cada uno tiene que adaptarse a sus condiciones físicas y cualidades pero a continuación te damos algunas recomendaciones de cómo colocar tu cuerpo a la hora de correr:

Los especialistas recomiendan a los atletas y corredores que hagan contacto con el suelo con la bola del pie con los dedos apuntando hacia adelante y no hacia abajo.El contacto debe ser leve y ligero con la superficie, sin dejar que el talón toque el suelo. La rodilla debe estar levemente doblada al momento del contacto, mientras el pie aterrizará debajo del centro de gravedad (justo por debajo de las caderas).

El talón quedará detrás del cuerpo. El tendón de la corva y el glúteo asumen un rol importante en este movimiento, mientras que el muslo se mueve hacia adelante con la acción de los flexores de la cadera, la pierna se extiende y el pie baja de nuevo, haciendo contacto con el suelo.

Las caderas y la cintura deben permanecer estables sin mucho movimiento lateral, mientras que la espalda debe estar recta y relajada, no doblada sobre la cintura.

Los hombros también deben estar relajados y los brazos doblados con un ángulo de 90 grados. El movimiento de impulso debe venir de los hombros y no de los antebrazos. Las manos deben estar con las palmas mirando hacia adentro, pero no hacia abajo. También pueden estar cerradas en puño con el pulgar descansando sobre el índice.

Por último, la cabeza debe estar levantada con la vista hacia adelante.