Los factores ambientales en el rendimiento deportivo

18 octubre 2017

Prepararse para una competición requiere de una buena preparación física y mental, un plan nutricional específico y un calendario de recuperación entre entrenamientos acorde al atleta. Estos factores se pueden medir y controlar y dependen del equipo técnico que programa al deportista.

Sin embargo, existen factores externos como la temperatura del ambiente durante la competición que, de no ser tenidos en cuenta pueden mermar el rendimiento del atleta.

 

Desarrollo de la actividad deportiva a altas y bajas temperaturas

La temperatura media corporal es de 37°C. Con temperaturas extremas tanto al alza como a la baja, llevar la indumentaria adecuada es fundamental para poder desempeñar un rendimiento óptimo. Pongamos como ejemplo a un jugador de fútbol jugando un partido en Noruega en el mes de noviembre. Es muy probable que las temperaturas ronden los 0 grados, para reducir el riesgo a sufrir lesiones o que el rendimiento del deportista se vea afectado, se hace necesario un buen calentamiento, llevar ropa que mantenga la temperatura corporal y mantenerse bien hidratado. Con temperaturas muy altas con un índice de humedad elevado, beber líquido a menudo es extremadamente importante para no deshidratarse. El uso de esponjas humedecidas para refrescarse y llevar ropa transpirable son claves para evitar el sobrecalentamiento del cuerpo.

 

Factores ambientales

Los atletas con alergias o aquellos que tienen problemas respiratorios pueden ver su rendimiento afectado debido a factores ambientales tales como un elevado índice de polen o un aire contaminado. Es importante tener en cuenta los niveles de polen y la pureza del aire de los lugares de entrenamiento y competición, para programar entrenamientos cuando los índices de polinización son bajos o tomar las precauciones necesarias cuando no quede más remedio que entrenar o competir bajo dichas condiciones.

 

Efectos de la altitud en la competición

La altitud puede crear desventajas en los atletas que no están aclimatados. Pongamos un atleta de resistencia; la altitud puede crear limitaciones a la hora de entrenar debido a su incapacidad para hacerlo con la misma intensidad que lo haría al nivel del mar, ya que la concentración de oxígeno es menor. En este escenario es posible que el apetito se vea afectado, lo que podría conducir a una pérdida de peso y los tiempos de recuperación podrían verse comprometidos.
Los factores ambientales, si no se tienen en cuenta pueden dar lugar a: deshidratación, golpes de calor, hipertermia y congelación debido a cambios de temperatura, dificultad para respirar en lugares con alto índice de polinización y mala calidad del aire, pérdida de peso y pérdida de apetito.

Como norma general y con independencia de los factores ambientales, la mayoría de los atletas podrán entrenar y competir en la mayoría de las condiciones.

Un elemento clave es la aclimatación al medio. La aclimatación tiene por objetivo acostumbrar al deportista a las condiciones a las que lo hará el día de la competición para que éstas no sean una sorpresa.

Por tanto, podemos concluir que entender y anticipar las condiciones ambientales unido a una buena aclimatación, suponen una ventaja crucial para el desempeño óptimo de un deportista.

 

Referencias:

  1. Igor R, Vladimir I, Milos M, Goran B. New tendencies in the application of altitude training in sport preparation. Journal Of Physical Education & Sport / Citius Altius Fortius. June 2011;11(2):200-204.
  2. Singh R. Hydration strategies for exercise performance in hot environment. British Journal Of Sports Medicine. September 2, 2010;44:i40reparation. Journal Of Physical Education & Sport / Citius Altius Fortius. June 2011;11(2):200-204.
  3. Nimmo M. The application of research to athletic performance in the cold. International Sportmed Journal. December 2005;6(4):224-235.

 

Autor: Noah and point.