Los efectos que ha podido sufrir tu cuerpo tras la vuelta a los entrenamientos

3 junio 2020

Tras meses de confinamiento nuestro cuerpo y nuestra mente ha sufrido muchos cambios y nuestra rutina y vida diaria se han visto paralizadas de una manera que nunca habíamos experimentado antes. También ha sido un tiempo de reflexión en el que muchos hemos apreciado poder entrenar fuera y de manera libre y sin limitaciones, quizá este nuevo punto de partida sea una oportunidad para replantearnos nuestros entrenamientos diarios. Nuestra salud ha podido sufrir cambios y hay que tenerlos en cuenta en esta vuelta a los entrenos.

Después de este parón hemos podido perder ritmo y nuestros cuerpos pueden estar en unos niveles no adecuados. El confinamiento no entiende de cómo estábamos antes del encierro por lo tanto debemos ser conscientes y saber cuáles serán nuestros objetivos. Para ello será necesario una planificación, progresiva y clara. Aunque ya llevemos un tiempo entrenando fuera te explicamos algunos efectos que has podido notar en tu cuerpo.

ACIDEZ CORPORAL, ¿qué es el PH?

Es la concentración de iones de hidrógeno en el fluido. Si pierden su electrón (negativo) manteniendo su carga positiva (protón), a mayor carga de iones de hidrógeno más ácido será nuestro ph. Esto afecta negativamente a la actividad de los electrolitos y reduce la afinidad del oxígeno con la hemoglobina en sangre, comprometiendo las funciones vitales, llegando a debilitar el tejido muscular e incluso las paredes de las venas y arterias. Nuestro cuerpo busca maneras para llegar al equilibrio y neutralizarse ¿cómo lo hace? Por la reserva de minerales, el aumento respiratorio o a partir de los riñones generando retención de líquidos. Debido al confinamiento el hígado, los riñones y los pulmones ayudarán a gestionar el ph pero se pueden encontrar sobrecargados  por la mala alimentación, el estrés o el sedentarismo.

Al volver a nuestra actividad normal también hay que tener en cuenta los huesos porque pueden estar débiles por haber eliminado calcio y otras sales y por la escasa exposición al sol, que es nuestra fuente de Vitamina D.

¿Has vuelto a correr?

Es importante no estresar al cuerpo al principio, hay que fortalecerlo. Hay que ser conscientes de trabajar el umbral aeróbico donde poder mantener el ritmo respiratorio. O sea, sentir la capacidad de poder hablar durante la actividad por ejemplo, si no es así, estarás pasando el umbral. Para calcular el ritmo aeróbico también puedes hacerlo desde tu ritmo cardiaco. El ejercicio nos va a ayudar a eliminar toxinas y desechos ácidos de los tejidos corporales.

Sistema de amortiguación corporal débil

También debemos tener en cuenta la debilidad de nuestro sistema de amortiguación corporal por la pérdida de sales minerales y vitamina D que debilita nuestro sistema óseo. También podemos notar una progresiva atrofia y disfuncionalidad del tejido conectivo que se encarga de conectar todas nuestras partes del organismo. Cada vez que nuestro pie impacta sobre el suelo somete a todo el cuerpo a fuerzas progresivas para disipar la energía que se genera. Por lo que es importante elegir buenas superficies para empezara  entrenar donde la tierra sea compacta 

Antes de lanzarte o forzarte en estos días, es importante conocer nuestro cuerpo y entender lo que ha podido cambiar en estos meses de restricciones de movilidad ya que nuestras costumbres han cambiado y todos hemos vuelto a empezar. Es muy importante un correcto aporte de minerales y una nutrición e hidratación adecuada.