Aprende a controlar el estrés competitivo

15 diciembre 2020

Muchos deportistas pueden llegar a autoexigirse demasiado, haciendo que sus metas y objetivos a corto y largo plazo les genere demasiado estrés. Esto puede tener repercusiones en nosotros que nos impida seguir entrenando o competir. En este artículo te enseñamos cómo controlar esto para que no afecte ni a tu estabilidad ni a tu rendimiento.

Síntomas

Como comentábamos anteriormente, este tipo de estrés puede tener repercusiones en nosotros de diferentes tipos:

  • Síntomas fisiológicos: reflejándose en el incremento de la presión sanguínea y del ritmo respiratorio, en la aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la sudoración, de la glucosa en sangre y de la secreción de adrenalina, o malestares en el estómago.
  • Síntomas psicológicos: provoca confusión, duda en la toma de decisiones, distorsión visual, aumento de los pensamientos negativos, disminución de la capacidad para centrarse en la actuación o descenso de la flexibilidad mental.
  • Síntomas comportamentales: genera bostezos reiterados, movimientos rápidos en las extremidades, morderse las uñas, temblores, incapacidad para quedarse quieto o aumento del ritmo de parpadeo.

Cómo gestionar la presión

Si crees que estás experimentando este tipo de estrés, lo más importante es pedir ayuda, tanto a los que te rodean como a profesionales. Te ayudarán a gestionar todo mejor y serán tu mayor apoyo.

  • Aléjate de los pensamientos negativos: tú puedes llegar a ser tu peor enemigo, así que intenta reducir las auto-reflexiones y todo aquello que te impida motivarte. Apuesta por ti, y convéncete de que vas a tener éxito. Esto ayuda a ganar control sobre la situación que nos estresa.
  • Busca métodos de relajación: esto es algo cada vez más común. La meditación es buena para nuestra mente, y es necesario que desconectes para ver todo más claro. Además, también debes realizar una relajación muscular, ya que nuestro cuerpo manifiesta esos nervios físicamente, causando lesiones y tensiones que nos impiden entrenar con normalidad.
  • Usa la imaginería mental: crea una estrategia de visualización previa a las competiciones que te permita representarte mentalmente. Esta técnica es muy común, y te ayudará a relajarte y aumentará tu confianza.

La relajación muscular progresiva de Jacobson

Esta es una técnica que se lleva a cabo en dos fases, y comienza en el ámbito muscular y finaliza en la mente. Para un deportista es más adecuado de esta manera, ya que en la primera fase (fase de entrenamiento) debes centrarte en repetir una serie de ejercicios de tensión y relajación muscular, aprendiendo así a identificar cómo nuestro cuerpo manifiesta físicamente todas esas preocupaciones. Es importante que este estiramiento lo realices en todo el cuerpo. Una vez aprendido esto, puedes pasar a la segunda fase (fase de aplicación), en la cual podemos controlar los músculos al reconocer los síntomas de tensión, ordenándoles que se relajen y, por lo tanto, disminuyendo la presión física y mental.