Las 9 habilidades mentales para tener éxito en el deporte

27 junio 2017

Para ser un deportista de éxito no es necesario ganar unos juegos olímpicos ni tener una habitación llena de trofeos. Un atleta de éxito puede ser un corredor de mediana edad cuyo objetivo es completar su primera maratón o un ejecutivo que quiere preparase para un Ironman.

Lo que estos atletas tienen en común es que su deporte es importante para ellos y que están comprometidos en mejorar al máximo dentro del alcance de sus posibilidades. Ahora bien, ¿Cuáles son nuestras habilidades naturales?, ¿De cuánto tiempo libre disponemos? ¿Nos permite nuestra situación socio-económica alcanzar nuestros objetivos?

Una vez contestadas estas preguntas, debemos fijar metas “ambiciosas” pero realistas y disfrutar del proceso mientras alcanzamos nuestros objetivos. El deporte debe ser una parte enriquecedora de nuestras vidas y, por tanto, debe compensar con creces el sacrificio.

Son 9 las habilidades mentales que propician tener éxito en el deporte. Independientemente de si se poseen de manera innata o no, todas ellas se pueden entrenar y mejorar para ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos deportivos.

 

  1. Actitud
  • Piensa en la actitud como una elección.
  • Elige una actitud positiva.
  • Busca un equilibrio entre tu vida personal y deportiva.
  • El deporte es una oportunidad para aprender de tus éxitos y fracasos y competir contra uno mismo.
  • Debes buscar la excelencia, no la perfección.
  • Respeta tu deporte, otros participantes, compañeros, entrenadores y, sobre todo, a ti mismo.

 

  1. Motivación
  • Valora los beneficios de la mera participación, no solo del resultado.
  • Sé perseverante, sobre todo en momentos difíciles.

 

  1. Implicación y compromiso con tu deporte
  • Debes establecer objetivos a corto y medio plazo. Estos objetivos deben ser medibles, realistas y orientados en el tiempo.
  • Valora tu nivel de rendimiento actual y en base a este elabora un plan específico para conseguir tus objetivos.
  • Comprométete con tu plan de entrenamiento diario para poder alcanzar tus objetivos

 

  1. Trato con tus semejantes
  • Piensa que formas parte de un todo. Familia, amigos, compañeros de equipo, entrenador, y que cada pieza es necesaria para tu progreso.
  • Aprende a comunicar tus temores y necesidades a estas personas y a escuchar y tener en cuenta sus opiniones.
  • Aprende a afrontar situaciones conflictivas y aplícalo cuando te enfrentes con rivales difíciles, personas negativas o que representen un obstáculo en tu progreso.

 

  1. Auto-diálogo
  • Mantén la confianza en ti mismo manteniendo un diálogo interno positivo
  • Debes usar este diálogo para controlar lo que piensas, sientes y como te comportas el día de la competición.

 

  1. Visualización
  • Prepara tu mente días antes del gran día. Imagina que lo haces bien el día de la competición.
  • Recrea situaciones realistas de manera detallada y especifica.
  • Visualiza durante la competición y posteriormente para recuperarte de una actuación deficiente o de los errores cometidos.

 

  1. Manejo de emociones
  • En ocasiones vas a experimentar sentimientos de ira, decepción o rabia. Son parte del deporte y por tanto debes aceptarlas. Utiliza estas emociones a tu favor.

 

  1. Manejo y control de la ansiedad
  • Debes aceptar que el sentimiento ansioso es parte del deporte
  • Utiliza estas emociones para ayudarte a mejorar en vez de interferir con tu nivel de rendimiento.

 

  1. Concentración
  • Concéntrate en lo importante en cada situación.
  • Mantén el foco y no te dejes distraer por lo que ocurre a tu alrededor
  • Si pierdes la concentración reacciona y recupérala.
  • Recréate en el aquí y ahora sin pensar actuaciones pasadas o venideras.

 

 

La práctica de estas habilidades nos puede mejorar no solo nuestro rendimiento deportivo, también se pueden aplicar a situaciones de naturaleza critica como pueden ser un bombero que tiene que entrar en un edificio en llamas, un piloto que debe realizar un aterrizaje forzoso y, en definitiva, cualquier situación que pueda generar un alto grado de estrés y de cuyo resultado dependa de nuestra actuación