Ejercicios para mejorar tu espalda y tu postura

La ex prostituta Mariska Majoor, del Centro de Información sobre la Prostitución.

Mariska Majoor (Almere, 1968), propietaria del PIC, sabe de lo que habla. Ella misma fue prostituta desde los dieciséis hasta los veintiún años. "Con mi centro de información quiero romper los prejuicios. Recibo regularmente grupos de estudiantes de todo el mundo. Especialmente los estudiantes de países donde la prostitución está prohibida me miran al principio como si fuera de otro planeta. Y cuando les pregunto cuál es su primera reacción cuando piensan en una prostituta, la mayoría dice algo así como "asqueroso". Pero, ¿crees que yo también estoy sucia?", les pregunto.

Hay muchos prejuicios que superar, como sabe Mayor. "La afirmación más persistente es que todas las prostitutas son víctimas de la trata de personas o que son grandes consumidoras de drogas", dice. "Nadie lo hace por voluntad propia". Este es el prejuicio más molesto con el que tengo que lidiar. Si se roe y se sierra lo suficiente, se obtiene la historia de todos que no son felices. Esto es tan cierto para un recadero como para una prostituta. Pero no creo que sea respetuoso sentarse y escarbar en la infelicidad. Por supuesto, todos preferiríamos ser directores de Shell. Pero sí.

Se calcula que entre el 10 y el 20% de las 6.000 prostitutas de Ámsterdam son víctimas de prácticas ilegales. Pero eso significa que unas 5.000 chicas hacen este trabajo voluntariamente. Majoor: "En aquella época también empecé de forma voluntaria. Fue emocionante, rebelde. Y el dinero era bueno. Créeme, entonces disfrutaba mucho de mi trabajo. No, no necesariamente teniendo sexo. Si hubiera que resumir toda la diversión de este trabajo, el sexo estaría en último lugar. El trabajo sexual es mucho más que tener sexo tantas veces al día. Para mí también fue la emoción y jugar con los hombres que pasaban por la ventana".

Preferencia por el sexo sobre las patatas

"Un alto funcionario de Ámsterdam lo dijo muy bien el otro día: algunas mujeres simplemente prefieren el sexo a pelar patatas". Al mismo tiempo, Majoor admite que preferiría que su hija eligiera otra profesión. "En ese sentido, puede que sea la profesión más antigua del mundo, pero sigue sin ser una profesión "normal". Mientras no sea posible poner el trabajo sexual en el CV sin tener problemas con otros empleadores, y mientras sea un tabú en gran parte de la sociedad, el trabajo sexual no será una profesión normal. Pero esto no significa que no se pueda elegir conscientemente en una determinada etapa de la vida".

Belle lucha por el respeto a todos los trabajadores del sexo del mundo.

Tras la caída del Hilo Rojo, el "sindicato" de prostitutas, el CFP de Mayor, que tiene 19 años, sigue siendo uno de los pocos lugares donde se puede obtener información sobre la prostitución. "A veces actúo como una especie de defensor, como recientemente en un debate con el alcalde Van der Laan. Estaba muy enfadado con este hombre. Quiere registrar a todas las trabajadoras del sexo a toda costa, supuestamente para eliminar la ilegalidad.

Pero no ocurrirá a su manera. Lo único que harán es empujar a las chicas que luchan a la ilegalidad. ¿Qué crees, que una chica obligada a prostituirse en una entrevista de dos horas con una corbata así en el Ayuntamiento va a arremeter contra su chulo que le espera fuera en su BMW?"

"¿Y cómo? Si el gobierno quiere realmente hacer algo contra la ilegalidad y la trata, debe trabajar con los trabajadores del sexo, no contra ellos. Que vuelva a haber personas de confianza a las que una trabajadora del sexo pueda acudir si cree que ciertas cosas están mal. No el hacha roma que la administración municipal está utilizando ahora.